martes, 7 de junio de 2011

... regreso.

Es curioso, en esta última semana he estado en los distintos lugares que marcaron el comienzo de nuestra relación. Todo me hacía presagiar que ese era el final, que sería la última vez que le vería. Yo llegué primero. Le esperaba sentada, escuchando el sonido del agua mientras los rayos del Sol hacían destellear mis lágrimas. Y llegó él... Tan guapo, tan perfumado, tan perfecto como siempre. Se sentó a mi lado y yo me giré, no quería que me viese llorar. Empezamos a hablar, demasiados errores cometidos. Mis pensamientos se desviaron, no podía ser, otro sitio más. Demasiadas coincidencias. Señalé la curva, ahí me recogiste la primera vez, le dije. Lo sé, lo he hecho aposta,me contestó. Levanté la mirada y le vi. Bajo sus Carrera corrían sus lágrimas. Entonces me di cuenta, lo comprendí todo. Eran señales. Una forma de decirnos que debíamos volver al pasado y comenzar de nuevo. Era hora de vaciar el vaso cansado ya de derramar la última gota. Me cogió la mano y apretó fuerte y de repente, sin quererlo, empezamos a reir. Sí, como tantas veces hemos hecho.

De nada sirvió decir no me beses, no me beses, no me beses... Al final me besó.

3 comentarios:

  1. Pues chica, si te besó fue por algo, no crees?
    Es genial cuando intentan retomar eso que creías que habías perdido, pero lo mejor es darte cuenta de que no fue así, de que todavía sientes :)

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  2. Simplemente perfecto. Regresar al pasado, revivir lo vivido, siempre es satisfactorio, si en su día fue increíble, por qué no repetirlo?

    Nos seguimos? un saludo!

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  3. jo tia eres super cuquiiiiii jaja

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