miércoles, 13 de febrero de 2013

...Desahucios


FRÁGIL, manejar con cuidado.




Un salón lleno de cajas vacías. Cristina y Juan miran desolados la estampa desde la puerta. Veinte días antes habían recibido una llamada; el plazo para entregar los 52.000 euros exigidos cumple hoy. Como es lógico, y como personas normales que son (ni delincuentes, ni políticos, ni corruptos…), no han podido reunir los más de 8 millones y medio de las antiguas pesetas exigidos ¿Qué esperaban?

Poco a poco empiezan a empaquetar toda su vida. Precintan las cajas y escriben FRÁGIL en ellas, no vaya a ser que alguien les dé un último golpe y terminen de destrozarlas. Cristina no puede reprimir las lágrimas mientras embala los juguetes de Marcos, su hijo de 6 años. Hoy se queda en casa de los abuelos, pero ¿Qué le dirán a la vuelta? 

Las ventanas de la casa están cerradas, pero aun así es inevitable escuchar a los numerosos manifestantes que se encuentran en la calle desde hace horas. Sus vecinos de toda la vida y varios integrantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), más conocidos como Plataforma Antidesahucios, llevan desde las 8 de la mañana esperando la llegada de los secretarios judiciales y los policías con pancartas de rechazo y protesta.

Finalmente llega el momento, llaman a la puerta. Ambos se miran; son miradas llenas de miedo y desesperación. Con el corazón encogido Juan se dirige a la puerta y abre a los agentes, no van a ofrecer resistencia. Más de una decena de agentes aparecen al otro lado de la puerta, abajo les esperan muchos más, ¡Ni que fueran peligrosos! Pero deben comprenderlo, no pueden arriesgare a que alguien más decida tirarse por la ventana ante tal situación.

Cabizbajos abandonan la casa y se reúnen con toda la gente que espera para apoyarles. De la mano ven cómo los encargados van sacando una a una las cajas marcadas como FRÁGILES, para depositarlas en un camión de mudanzas.

Afortunadamente, este caso no es real, pero bien podría reflejar el drama vivido durante los más de 50.000 desahucios ejecutados durante lo que llevamos de 2012. 50.000 familias que se vieron obligadas a empaquetar sus vidas.

Y todo este dolor ¿Por qué? Por una Ley con más de 100 años de existencia. Una Ley Hipotecaria redactada en 1906 cuyo texto únicamente fue refundido en 1946. 

La indignación entre la sociedad cada vez es mayor. Nos encontramos ante una Ley más que anticuada, creada en un contexto cultural y económico completamente distinto al actual pero, sin embargo, capaz de destrozar hogares. Una política económica que vela antes por el interés de los bancos que por el de las personas.

Únicamente, los tres suicidios ocurridos en España en el último mes, han logrado remover las conciencias de los partidos mayoritarios, de manera que acordasen adoptar medidas urgentes contra los desahucios. Según han indicado las portavoces del PP y del PSOE, su objetivo es “resolver las situaciones de especial vulnerabilidad”, prestando una mayor atención a las familias con niños o mayores a su cargo. 

Sin embargo, las negociaciones llevadas hasta el momento no han dado buenos resultados. Las medidas adoptadas por el Gobierno han llegado sin apoyo de la oposición. Según ha anunciado el Partido Popular, “el Gobierno paralizará el desahucio de los colectivos vulnerables durante un periodo de dos años”. En este grupo de protección entran las unidades familiares que no superen los 1.597 euros al mes, familias numerosas, unidades familiares monoparentales con dos hijos a su cargo, unidades familiares a cuyo cargo haya menores de tres años, las familias que tengan a su cargo personas con discapacidad superior al 33%, dependencia o enfermedad que le incapacite para trabajar, deudores en desempleo sin ninguna prestación y hogares donde haya víctimas de violencia de género y que éste sea su domicilio principal. Además de la creación de un fondo social de viviendas que se encuentren en manos de los bancos debido a los impagos, que serán de renta baja para las personas que se han quedado sin vivienda.

Por otro lado, el PSOE discrepante opina que la moratoria debe beneficiar a todas las familias protegidas por el Código de Buenas Prácticas y que la reforma de la Ley debería acabar con las situaciones de abuso de los bancos. 

No debemos olvidar que el decreto llevado a cabo no supone una modificación de la Ley Hipotecaria y que posee un carácter temporal de dos años. Ya veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero por favor señores banqueros y políticos, no olviden que sostienen en sus manos una caja marcada como FRÁGIL y que en cualquier momento puede hacerse añicos.

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